paisaje




Comprender la naturaleza del lugar en el cual una ciudad se extiende, debe ser una prioridad que implica el uso sensible de las particularidades locales construyendo acorde con las características particulares de su topografía –un imperativo sobresaliente en los Andes colombianos- y una integración apropiada con su hidrografía y sistema hídrico, su biodiversidad y otras características del ecosistema.

El valle de Aburrá debe finalmente entender que: el agua también es naturaleza!