Arquitecturas del agua


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Durante los siglos XVIII y XIX los pobladores de Montevideo consumían agua proveniente de manantiales y pozos; posteriormente y de forma complementaria, se construyeron aljibes para captar agua de lluvia, tanto en edificios públicos como en las viviendas de particulares. El agua indispensable para la vida, ha sido siempre un recurso estratégico, a tal punto que condiciona la ubicación de los poblados. Por otro lado, durante las guerras se recurría frecuentemente a la contaminación de pozos y manantiales para diezmar a las poblaciones.

Esta publicación invita a reflexionar en relación a los sistemas de aprovisionamiento de agua construidos en el área urbana de Montevideo, desde la época colonial hasta finales del siglo XIX, cuando se introduce el agua corriente.

Para el año 1867, a instancias del gobierno se conforma la Compañía de Aguas Corrientes de Montevideo para dotar de un servicio de agua permanente a la ciudad. Si bien el servicio se inauguró el 18 de julio de 1871, con una fuente surtidora en la plaza Matriz, los aljibes continuaron coexistiendo con el agua corriente. En la actualidad OSE abastece a más de la mitad de la población del país desde la planta potabilizadora de Aguas Corrientes cuya toma de agua del río Santa Lucía es la misma que se usaba en su fundación en el siglo XIX.

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Equipo de Investigación: Virginia Mata, Yohana Arruabarrena, Alejandra Ottati (Departamento de Arqueología) Gabriela Gallardo (Departamento de Arquitectura) y Ana Gamas (Colaboradora honoraria del Departamento de Arqueología)
Los contenidos se presentan en el marco del Proyecto de Investigación Patrimonial El agua a través de su materialidad.
Departamento de Arqueología – Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación – MEC
Imagen: Copia de García Condoy de Vista de Montevideo desde la Aguada F. Brambila, 1794. En Museo Histórico, Casa de Rivera